:) "MEDIDAS PREVENTIVAS QUE DEBE TOMAR EL CATEQUISTA MARISTA"
- PJM San José
- 5 mar 2018
- 7 Min. de lectura

La prevención es la mejor manera de proteger a los niños y a la institución, a su personal y a sus colaboradores. Integrar seriamente este componente busca impedir cualquier vulneración de los derechos de los niños y minimizar las posibilidades de abusos o maltratos.
E.1. Código de conducta:
89. Queda prohibido:
a) Utilizar, poseer o encontrarse bajo la influencia de drogas ilegales.
b) Encontrarse bajo la influencia del alcohol cuando se supervisa a los niños.
c) Ofrecer o permitir a los niños el consumo de alcohol o drogas ilegales.
d) Poseer material con orientación sexual o moralmente inapropiado (revistas, cartas, videos, películas, fotografías, ropa, etc.).
e) Emplear vocabulario ofensivo o grosero en presencia de niños.
f) Comportarse físicamente de una manera que sea inapropiada o sexualmente provocativa. Mostrarse, por ejemplo, desnudos/as en presencia de niños.
g) Utilizar acciones disciplinarias físicas de cualquier forma para manejar el comportamiento de los niños. Ninguna forma de castigo físico es aceptable. Esta prohibición incluye azotar, golpear, pellizcar, o cualquier otro tipo de uso de fuerza física para la corrección o el castigo de comportamientos inapropiados.
90. Contacto corporal:
a) Involucrarse en cualquier tipo de contactos sexuales con niños: tocamientos en las zonas erógenas de otro (incluyendo, pero no limitándose, a los genitales, áreas púbicas y/o pechos) con un propósito sexual o gratificante; penetración vaginal, anal u oral.
b) Expresar cualquier forma de afecto no deseada o rechazada por el niño, expresiones referidas al desarrollo corporal o físico, entre otras.
c) Dar besos en la boca.
d) Tocarle las rodillas o las piernas.
e) Dar abrazos inapropiados y prolongados.
f) Sentar a niños de más de cuatro años sobre las piernas.
g) Subir a niños sobre los hombros.
h) Realizar peleas lúdicas/deportivas.
i) Hacer cosquillas, cualquier tipo de masaje de un niño a un adulto y viceversa.
j) Sentarse o tirarse en la cama con un niño.
k) Dormir en las mismas camas, sacos de dormir o tiendas pequeñas con niños.
l) Violar la privacidad, mirando o sacando fotos mientras los niños están desnudos o se duchan en los baños y en las áreas de cambio de ropa. Está prohibido el ingreso a ellos, a excepción de las personas encargadas de la vigilancia y del aseo.
91. Relación de adultos con niños, niñas y adolescentes:
a) Hay que evitar todo favoritismo. Todos los niños deben ser tratados con igual consideración y respeto.
b) Pasar un tiempo desproporcionado, en relación con cualquier niño o grupo particular de niños.
c) Mantener con algún niño un contacto demasiado frecuente por teléfono, por e-mail y redes sociales.
d) Regalar dinero u otros objetos de valor a algún niño en particular.
e) Mostrar afecto a niños en espacios aislados tales como dormitorios, armarios, áreas reservadas a los educadores/catequistas o lugares privados.
f) Hablar a niños en una forma que sea o pueda ser percibida por un observador como insultante, amenazante, intimidante, humillante o inapropiada.
g) Hacer insinuaciones, comentarios, cumplidos, “piropos” o cualquier tipo de referencia relacionada con el desarrollo físico o corporal de niñas, niños, adolescentes o jóvenes.
h) Establecer con algún niño relaciones “posesivas”, de tipo secreto o una relación emocional afectiva propia de adultos.
i) Desarrollar actividades con los niños no acordes a su edad. También el material mediático (internet, videos, etc.) que se usa con ellos debe ser conforme a su edad. Cualquier material sexualmente explícito o pornográfico es absolutamente inadmisible.
j) Involucrarse en conversaciones de connotación sexual con niños, a menos que dichas conversaciones sean parte de una lección o charla autorizada que la institución ha planificado entregar, sobre sexualidad humana. En tales ocasiones, las lecciones deberán incluir las enseñanzas de la Iglesia.
92. Transporte y actividades externas:
a) No está permitido transportar a niñas, niños, adolescentes o jóvenes sin el permiso escrito de sus padres o responsables.
b) Transportar a los niños no directamente a su destino o realizar paradas no planificadas, a no ser que surjan razones para ello.
c) Realizar cualquier contacto físico innecesario y/o inapropiado con niños cuando se encuentran en vehículos.
d) Cuando sea necesario transportar a un niño, siempre se deberá ir acompañado de otro adulto.
E.2. Normas específicas para fortalecer la prevención:
94. Sobre el uso de espacios:
94.1 Los lugares de atención pedagógica, asistencial, médica, tutorial, pastoral y sacramental tienen que ser lo suficientemente discretos, como a la vez transparentes. Han de utilizarse espacios privados para reuniones con niños que dispongan de un punto de observación independiente (p. ej., puertas con vidrio descubiertas, ventanas accesibles y similares).
94.2 Realizar actividades planificadas en espacios abiertos, donde los individuos no puedan llevarse aparte a los niños y donde los adultos estén a la vista de otros adultos.
94.3 Supervisar sistemáticamente los sanitarios (baños, duchas y camerinos) de los colegios y espacios aislados, que puedan quedar sin visibilidad y sin control, por parte de docentes y demás personal adulto autorizado.
94.4 Asegurar que el uso de los sanitarios de los niños esté restringido durante el horario escolar para toda persona externa o ajena al centro escolar y para el personal adulto.
94.5 Los sanitarios de adultos son para uso exclusivo de éstos; los niños no acceden a ellos por ningún motivo.
94.6 En las actividades externas que incluyan noches, se separarán hombres de mujeres, y los adultos a cargo dormirán aparte de los niños.
94.7 Poner especial atención y cuidado en la selección de los contenidos y materiales didácticos, en la selección del lugar y su ambientación, en la transparencia en las comunicaciones y en general, en el adecuado trato con los niños y el aseguramiento de un buen trato entre ellos mismos.
94.8 Los planteles educativos cuentan con orientaciones para un uso apropiado de la tecnología de la información (tales como teléfonos celulares, correos electrónicos, cámaras digitales, utilización y sitios de Internet) de tal forma que se asegure que los niños no se encuentran en una situación de peligro o expuestos al abuso y la explotación.
95. Sobre las actividades externas:
95.1 Se deben evaluar los riesgos posibles cuando se trabaja con niños, especialmente en las actividades que incluyen la utilización de tiempo fuera de sus hogares. Dichas indicaciones se recogerán en los reglamentos escolares.
95.2 Es importante que estén identificadas las actividades claves que se desarrollan, de acuerdo al calendario escolar y en los distintos grupos maristas, (campamentos, viajes, estadías
nocturnas, peregrinaciones y retiros, etc.). Se debe hacer un examen detallado del tipo de actividad o evento y considerar las situaciones de seguridad, así como las personas involucradas en los mismos.
95.3 Cuando se realizan proyectos o actividades, los niños deben estar supervisados adecuadamente y protegidos/as en todo momento. En actividades pedagógicas al exterior de la Obra siempre habrá al menos dos adultos con ellos.
95.4 Al planificar una actividad o evento se requiere determinar los espacios que se van a usar, fijar las áreas adecuadas para cambiarse de ropa y/o para los servicios sanitarios, dotarse de los elementos necesarios para los primeros auxilios, en caso de accidentes de niños, planificar todos los viajes o excursiones cuidadosamente, incluyendo la previsión de un transporte seguro y adecuado, poseer los seguros necesarios.
95.5 Asegurarse de realizar cualquier tipo de retro - comunicación y evaluación posterior a los eventos.
96. Sobre el personal:
96.1 Tener un registro detallado e individualizado de las personas a cargo de las actividades y los asistentes que apoyan, registrando los horarios, lugar y actividades que desarrollar.
96.2 En el caso de invitarse a jóvenes mayores como monitores, ayudantes, etc., en forma estable, la institución les aplicará previamente pruebas psicológicas y posteriormente serán objetos de un acompañamiento y seguimiento, sobre todo si no son exalumnos del colegio.
96.3 Los jóvenes mayores que participen en actividades con niños recibirán copia de este documento y se comprometerán a cumplir estas normas de prudencia y el código de conducta. Los que a menudo participen en estas funciones, deberán tener por lo menos un taller al año sobre “Ambiente educativo sano y prevención de abusos a niños”. Se dejará siempre registro, a modo de evidencia, de las actividades que se realicen a este respecto.
97. Sobre las interacciones con niños, niñas y adolescentes:
97.1 En el trato con los niños, los profesores, capellanes, voluntarios, animadores pastorales, entrenadores, funcionarios, administrativos, personal de servicio, etc. deben establecer, aceptar y respetar los límites del servicio que prestan, adecuándose a su formación específica y a su función.
97.2 Todo el personal debe tratar con sumo cuidado de evitar cualquier encuentro con estudiantes fuera de la escuela, que no se enmarque en el ámbito de las actividades pedagógicas, u otras actividades autorizadas, e informar debidamente cuando se den éstas, para evitar tanto sospechas como peligros reales.
97.3 Si en alguna ocasión se requiere tener que cambiar de ropa a un niño que no ha controlado su esfínter u otra causa que lo amerite, se debe seguir el protocolo, comunicando a los padres quién fue la persona que realizó esa actividad, señalando hora, lugar, motivo y enviar la ropa sin lavar.
97.4 Mantener una cultura tal, entre los adultos y los niños presentes, que se traduzca en evitar y reportar cualquier conducta inapropiada que se realice con niños. Deben saber derivar oportunamente a sus superiores, o a los especialistas de la Obra cuando sea necesario (orientadores, psicólogos, etc.).
98. Sobre las autorizaciones de las familias:
98.1 Toda evaluación de un especialista interno (psicólogo, orientador, psicopedagogo) debe contar con la autorización escrita de los padres.
98.2 Salvo para las fotos institucionales o de actividades de la Obra, se debe contar con la autorización o consentimiento de los padres y apoderados para que los responsables tomen fotografías de sus hijos o pupilos. Dichas observaciones estarán recogidas en los reglamentos escolares.
98.3 Las instituciones maristas deben asegurar que poseen un consentimiento firmado por parte de los padres o de los adultos responsables de los niños, antes de su participación en cualquier actividad o evento que sea diferente a los usuales y conocidos en los ámbitos escolares.
98.4 También deben solicitar una hoja de consentimiento para emergencias y pedir autorización para que el niño reciba tratamiento, si es necesario. De la misma manera, se debe solicitar a los padres o a los responsables cualquier tipo de especificación dietética, médica o de
alguna necesidad especial del niño. Es importante contar con la documentación necesaria de autorización para casos de emergencia y salud en las actividades fuera del colegio, además de contar y conocer con un protocolo de urgencias.
98.5 Para transportar a niñas, niños o adolescentes se requiere el permiso escrito de los padres o responsables. En estos casos, se viajará en el vehículo en compañía de por lo menos dos personas adultas. En el permiso solicitado quedará notificado el objetivo del viaje, el(los) lugar(es) de visita, los horarios de salida y de llegada; así como la notificación ante cualquier cambio en el itinerario.
98.6 En el caso de niños con discapacidad que requieran de apoyos físicos para su movilidad (ir al baño, cambiarse, ducharse, comer), en el permiso antes mencionado deberá asignarse a la persona responsable de realizar dichos apoyos. Para los apoyos de aseo personal, la persona asignada en todo momento utilizará guantes de látex.

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